domingo, 12 de diciembre de 2010

Crítica al sistema electoral español

Antes de hablar de los defectos que tiene nuestro sistema electoral, trataré de explicar cómo funciona para aquellos que no se hayan molestado nunca en conocer a dónde va a parar su voto una vez depositado en la urna.

En primer lugar debemos distinguir entre las elecciones a nivel europeo (para elegir al Parlamento Europeo), a nivel estatal (para elegir la composición del Parlamento estatal), a nivel autonómico (para elegir los Parlamentos autonómicos) y a nivel municipal (ayuntamientos). Aquí me centraré en el sistema electoral estatal.

En segundo lugar debemos conocer los elementos que configuran el sistema electoral:

·         La circunscripción: Los artículos 68 y 69 de la Constitución Española de 1978 establecen que la circunscripción electoral para elegir a los representantes en el Congreso y en el Senado es la provincia. A partir de las circunscripciones se transforman los votos en escaños.
·         Barrera mínima: existe una barrera mínima a partir de la cual los partidos pueden obtener representación. En España es del 3%.
·         Voto: Se vota una lista cerrada y bloqueada. La lista muestra a los candidatos del partido a ocupar los escaños y los electores no pueden cambiar el orden de la lista.
·         Fórmula electoral: transforma los votos en escaños. La necesidad de una fórmula electoral se debe a que si se dividen los votos emitidos por los escaños a repartir no se obtiene una cifra redonda que sería el “precio” en votos de cada escaño. Existen diferentes fórmulas electorales. La principal distinción se hace entre fórmulas mayoritarias y proporcionales.

Al utilizar una fórmula electoral mayoritaria, el partido vencedor tiene una representación muy amplia, mayor que su porcentaje de voto. El objetivo de este sistema es dar mayor gobernabilidad al ganador.
Utilizando una fórmula electoral proporcional se consigue lo contrario, que en el Parlamento estén representados un mayor número de partidos y la actuación del Gobierno esté más controlada.


La sistema electoral español es del tipo proporcional, tal y como prevé la Constitución en el apartado tercero del artículo 68, y la fórmula elegida fue la llamada fórmula D`Hondt. Esta fórmula básicamente consiste en dividir los votos obtenidos por cada candidatura entre 1, 2, 3, etc., hasta un número igual al de escaños correspondientes a la circunscripción. Por último, se ordenan los cocientes y se les asigna escaños del mayor al menor hasta agotar los escaños a repartir. Como entiendo que esto no haya quedado muy claro, si alguien quiere conocerlo mejor se puede dirigir a la Ley Orgánica de Régimen Electoral General (LOREG) o al siguiente enlace http://blog.damelavoz.es/sistema-electoral-i-la-formula-dhondt/ en el que aparece muy bien explicado con un cuadro ejemplificativo.

Si el sistema electoral español utiliza una fórmula proporcional que, como he dicho, busca una mayor representatividad en el Parlamento, ¿por qué favorece a los partidos mayoritarios y margina a los minoritarios?




En esta viñeta se muestra la marginación que sufre el tercer partido más votado en el territorio español debido al sistema electoral vigente. Extraído de es.toonpool.com


En primer lugar, debemos tener en cuenta que la fórmula utilizada no es el único elemento que determina la mayor o menor representatividad. Analicemos el resto de elementos:

·         La circunscripción electoral. Tal y como determina la Constitución la circunscripción corresponde a la provincia. Esto supone que los distritos electorales sean muy pequeños y el número de diputados a elegir en cada circunscripción muy bajo. Por tanto, este primer elemento reduce el nivel de representación de las minorías cuyos votantes no se encuentran concentrados geográficamente (como ha sido y sigue siendo el caso de Izquierda Unida).

Este sistema de circunscripción provincial trae consigo otra consecuencia y es el auge de los partidos regionalistas y nacionalistas, lo que para algunos supone una amenaza a la unidad del país. Si un electorado disperso perjudica a un grupo minoritario, uno que este concentrado en la propia circunscripción lo beneficiará.

Una vez dicho esto, el primer paso para conseguir un sistema electoral más democrático sería cambiar la circunscripción provincial por una circunscripción autonómica (en la que también habría problemas con los regionalismos) o incluso nacional.
·         La barrera del 3%. Este porcentaje de voto mínimo está ideado para excluir a los partidos minoritarios, siendo totalmente injusto cuando en el Congreso, el 3% representa 10,5 escaños. En mi opinión es innecesaria esta barrera, pues debería ser el resultado electoral el que decidiera qué partidos obtienen escaños y cuáles no.
·         Lista cerrada. Cuando se vota a una lista cerrada no se están eligiendo representantes, sino partidos. Para aumentar el carácter democrático de unas elecciones se debiera poder votar a personas y no a partidos políticos.
·         Como ya he dicho, la fórmula electoral empleada es de asignación proporcional. Sin embargo, existen fórmulas que ofrecen una mayor representatividad entre votos recibidos y candidatos elegidos que la fórmula D´Hondt, como es el caso del Cociente Droop, utilizado hoy en día en países como la República de Irlanda, Irlanda del Norte, Australia y Malta. En el siguiente enlace http://www.readyfortomorrow.com/el-sistema-electoral-en-espana-y-la-exclusion-de-las-minorias se puede observar un cuadro comparativo del resultado de unas elecciones utilizando uno y otro método.
·         Por último, otra medida que se podría llevar a cabo, esta incluso más fácilmente que el resto, sería aumentar el número de escaños en el Congreso. En la actualidad hay 350 diputados, pero la Constitución permite que haya hasta 400, lo que aumentaría notablemente la representatividad del sistema.


Como se puede ver es posible un cambio en el sistema electoral español para que los partidos minoritarios tengan el papel que se merecen en el Congreso, sin embargo, estas medidas no se llevan a cabo porque precisamente los que podrían hacerlo son los que se benefician del sistema, es decir, los partidos mayoritarios (por todos sabidos que son PP y PSOE), sin olvidar a los partidos regionalistas.



Fuentes:


Además de las mencionadas a lo largo de la exposición, me queda de nombrar una muy interesante, un artículo en el que podemos distinguir primero una explicación objetiva del sistema electoral y a continuación la opinión del autor sobre el mismo. Se puede encontrar en el siguiente enlace: http://www.avizora.com/publicaciones/ciencias_politicas/textos/sistema_electoral_espanol_0021.htm

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