Como ya anuncié en una entrada anterior, me gustaría hablar del voto útil: dejar claro qué se entiende con este término e intentar disuadir de su uso.
Lo que coloquialmente se conoce como voto útil no es más que una estrategia para no mostrar nuestras verdaderas preferencias. Me intentaré explicar. Cuando en un sistema bipartidista como el nuestro en el que además el sistema electoral beneficia a las mayorías y margina a las minorías, como “casualmente” también ocurre en nuestro país, un votante afín a la ideología de un partido político minoritario se convence de que su apoyo a ese partido va a ser irrelevante, decide cambiar la orientación de su voto. Algunos consideran que orientará su voto hacia el partido mayoritario más cercano a sus ideas, y otros, que votará al partido contrario al que más deteste para evitar que salga vencedor. En cualquier caso, el voto útil consiste en votar al partido mayoritario considerado “menos malo”, ya que se considerar que votar al partido deseado pero minoritario supone “tirar el voto”.
En mi opinión, esta concepción de la utilidad o inutilidad del voto es totalmente errónea. Votar en unas elecciones es mostrar nuestras preferencias. Si no se muestran esas preferencias sino que se “juega” a predecir quién va a ser el partido ganador, esas elecciones dejan de tener sentido. Además, si todo el electorado votaría siguiendo esta supuesta “utilidad” ningún partido minoritario llegaría jamás a tener representación en el Parlamento. Así, no nos encontramos antes votos inútiles, sino votos libres, votos sinceros.
Sin embargo, no se puede reprochar este comportamiento a muchas personas que un año tras otro han apoyado a su partido y han visto truncados sus deseos al descubrir que su partido iba perdiendo escaños, no por perder apoyos, sino por un sistema electoral mal estructurado, que perjudica a los partidos con apoyos que, aunque son numerosos se encuentran disgregados.
¿Abstención o voto en blanco?
Otra reacción ante la marginación de los partidos minoritarios podría ser la abstención. Si una persona cree que su voto no va a servir para nada, pues su partido no tiene posibilidades de ganar las elecciones o de conseguir un número satisfactorio de escaños, antes de beneficiar a otro partido con el que no comparta ideología, decide abstenerse y no votar. En teoría, una persona que no participa en la elección del Gobierno tampoco debería quejarse cuando este no actúa correctamente (aunque esto en la práctica no sucede así). La abstención ni favorece al partido vencedor, ni perjudica al partido minoritario, simplemente no se tendrá en cuenta.
Otra cosa es el voto en blanco. El voto en blanco sí tiene consecuencias; afecta al umbral mínimo de votos como si fuera otro partido, pero luego se descarta en el reparto de escaños. Por tanto, perjudica a los partidos minoritarios, pues cuantos más votos en blanco se registren , más votos necesitarán los partidos para no ser descartados y tener representación.
Por todo esto, mi conclusión es: ni voto útil, ni voto inútil, ni abstención, ni voto en blanco, sino todo lo contrario: voto libre y racional. Ya que no tenemos capacidad para cambiar el sistema electoral por uno más democrático, debemos apoyar en las urnas al partido que realmente deseamos, independientemente de las expectativas de voto de los demás.
Canción del mítico grupo de punk Ska-p en la que refleja su punto de vista sobre el voto útil: www.youtube.com
Fuentes:
http://www.sopadebits.com/extranet/content/view/elecciones-europeas-decision-voto En este enlace se puede encontrar más información sobre los efectos del voto en blanco y la abstención explicados de forma sencilla y comprensible
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http://noalvotoutil.blogspot.com En este blog el autor nos muestra las falsas creencias y perjuicios del uso del voto útil y la abstención y pone ejemplos reales para explicar los efectos que pueden tener estas conductas
http://geografiasubjetiva.com/2008/02/07/concepto-y-teoria-del-voto-util/ He utilizado esta página para obtener más información sobre lo que la población entiende por “utilidad del voto” y “restos útiles”.